viernes, 17 de marzo de 2023

EL BOSQUE DE LOS SUSURROS

En lo profundo del bosque de Piney Hill, en una pequeña cabaña, vivía una mujer solitaria llamada Alma. Su cabello oscuro y enmarañado caía sobre sus hombros, mientras su mirada fría y despiadada se clavaba en todo aquel que se acercaba a ella.

Nadie sabía mucho sobre Alma, solo que había vivido allí por décadas, aislada del mundo exterior. Los rumores decían que había practicado magia oscura y que había hecho un pacto con el diablo a cambio de inmortalidad.

Una noche, un joven llamado Jack, en busca de una aventura, se aventuró en el bosque y se topó con la cabaña de Alma. A pesar de las advertencias de los lugareños, Jack decidió entrar y echar un vistazo.

La cabaña estaba llena de objetos extraños y polvorientos. Una extraña sensación de inquietud se apoderó de Jack, pero siguió adelante. Fue entonces cuando vio a Alma sentada en un rincón oscuro de la habitación, con una sonrisa malvada en su rostro.

Ella lo invitó a sentarse y comenzó a contarle historias de los horrores que había visto en el bosque. Jack estaba fascinado y aterrorizado al mismo tiempo. Mientras escuchaba las historias de Alma, comenzó a sentir una extraña presión en el pecho.

De repente, se dio cuenta de que no podía moverse. Alma se levantó lentamente y comenzó a caminar hacia él. La habitación se volvió borrosa y se sumió en la oscuridad.

Cuando Jack despertó, estaba tendido en el suelo, solo y desorientado. La cabaña estaba en ruinas y Alma había desaparecido. Miró a su alrededor y vio una nota escrita en sangre en la pared que decía: "No te atrevas a volver".

Jack intentó huir del bosque, pero no importaba a donde fuera, siempre se encontraba de vuelta en la cabaña en ruinas. Finalmente, decidió enfrentar a Alma y poner fin a la maldición que la había atrapado allí por tantos años.

Alma apareció frente a él, sonriendo con satisfacción. Jack trató de atacarla, pero se dio cuenta de que su mano pasó a través de ella como si fuera un fantasma. Fue entonces cuando Alma reveló su verdadera naturaleza: ella era la personificación del bosque mismo, y había tomado a Jack como su último sacrificio.

Con un grito de terror, Jack se desvaneció en el bosque, y Alma regresó a su cabaña en ruinas, lista para recibir a su próxima víctima.


Leamington Spa, Warwickshire, Reino Unido

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