Me desperté en medio de la noche con la sensación de que algo estaba mal. Miré alrededor de mi habitación y vi una figura oscura y peluda parada junto a mi cama. Me di cuenta de que no era un hombre delgado, sino un monstruo deforme que parecía una mezcla entre un lobo y un oso.
Mi corazón latía con fuerza mientras el monstruo me miraba con sus ojos rojos y brillantes. Quería gritar, pero no podía moverme. Estaba paralizado por el miedo.
El monstruo levantó su enorme garra y me tocó la mejilla. Podía sentir su frío aliento en mi rostro y sabía que estaba en peligro. Cerré los ojos, esperando lo peor, pero cuando los abrí de nuevo, el monstruo había desaparecido.
No podía creer lo que había visto. Era imposible que un monstruo así existiera en la vida real. Pero sabía que lo había visto con mis propios ojos.
Durante días, no pude dormir y cada vez que cerraba los ojos, veía la imagen del monstruo del lobo-oso en mi mente. Sabía que tenía que hacer algo para protegerme, pero ¿cómo podía luchar contra algo tan terrorífico y poderoso?
Finalmente, después de mucho pensar, decidí mudarme. No podía soportar la idea de vivir en una casa donde un monstruo podía aparecer en cualquier momento. Pero incluso después de mudarme, no podía sacudir la sensación de que algo estaba persiguiéndome, acechándome en cada momento.
No sé qué era ese monstruo y nunca lo sabré. Pero lo que sí sé es que mi vida ha cambiado para siempre. Ahora sé que hay cosas aterradoras y sobrenaturales que existen en este mundo y que podrían aparecer en cualquier momento. Y eso es algo que nunca podré olvidar.
No sé qué era ese monstruo y nunca lo sabré. Pero lo que sí sé es que mi vida ha cambiado para siempre. Ahora sé que hay cosas aterradoras y sobrenaturales que existen en este mundo y que podrían aparecer en cualquier momento. Y justo cuando pensé que finalmente había escapado de su mirada, sentí un toque frío en mi hombro. Giré para mirar y allí estaba, el monstruo deforme con sus ojos rojos y brillantes, listo para llevarme al abismo del terror eterno.
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