lunes, 8 de mayo de 2023

EL AMIGO

La noche era oscura y tormentosa cuando un grupo de amigos decidió explorar el viejo hospital abandonado en las afueras de la ciudad. Habían oído historias sobre el lugar, sobre los espíritus de los pacientes que aún vagaban por los pasillos y las habitaciones vacías.

Los amigos entraron en el hospital con linterna en mano, avanzando lentamente por los pasillos oscuros. El viento soplaba con fuerza y las ventanas rotas dejaban entrar la lluvia y el frío.

De repente, uno de ellos se detuvo en seco. Había escuchado un ruido extraño, como un gemido ahogado. Los demás se detuvieron también y escucharon atentamente. El ruido se repitió y todos sintieron un escalofrío recorrer sus cuerpos.

Decidieron seguir adelante, tratando de ignorar el miedo que crecía en sus corazones. Pero a medida que avanzaban, los ruidos se hacían más frecuentes y más fuertes. Gemidos, gritos y risas macabras resonaban en las paredes del hospital abandonado.

Llegaron a una habitación al final del pasillo. La puerta estaba entreabierta y una luz parpadeante iluminaba el interior. Los amigos se miraron entre sí, preguntándose si debían entrar o no.

Uno de ellos tomó valor y empujó la puerta. Dentro de la habitación había una figura encapuchada sentada en una silla frente a una mesa llena de instrumentos quirúrgicos oxidados.

Los jóvenes retrocedieron horrorizados cuando la figura se levantó lentamente y se volvió hacia ellos. Su rostro estaba cubierto por una máscara de gas antigua y sus ojos brillaban con una luz sobrenatural.

Salieron todos corriendo del hospital abandonado, sin mirar atrás.

Pero lo que ninguno de ellos sabía era que la figura encapuchada no era un espíritu ni un fantasma. Era un hombre loco que había escapado de un hospital psiquiátrico cercano y se había refugiado en el hospital abandonado. Y esa noche, mientras los amigos huían aterrorizados, él sonreía detrás de su máscara de gas.

Un tiempo después, los amigos decidieron volver al hospital abandonado para ver si el fantasma seguía allí. Pero esta vez, el hombre loco logró capturarlos y comenzó a hacerles las pruebas psiquiátricas que le habían hecho a él cuando era joven allí en ese hospital.

Los compañeros gritaban y luchaban mientras el hombre loco los sometía a todo tipo de torturas y experimentos. Les inyectaba medicamentos desconocidos y les hacía pruebas dolorosas. Los amigos se daban cuenta de que estaban atrapados en una pesadilla sin fin.

Finalmente, después de días de sufrimiento, todos los amigos murieron menos uno. Este último amigo logró escapar de sus ataduras y enfrentarse al hombre loco. En una lucha desesperada, logró matarlo.

Pero el trauma había sido demasiado para él. Quedó loco y se quedó viviendo en el hospital abandonado, repitiendo la misma historia del hombre loco. Y así, el ciclo de locura y terror continuó en el viejo hospital abandonado.

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